Luego de unas largas vacaciones por el Caribe, el Ejecutivo y Reportero de Putamadre Inc, quien les escribe, se dedico a echar un vistazo a la televisión local para rectificar las buenas nuevas de Chile. Fue en ese instante, apenas encendio la caja idiota que se percato que estabamos siendo bombardeados por una impactante noticia: Murio Osama Bin Laden! El horrible terrorista acusado de echar abajo dos edificios allá en norteamerica, donde la mayoria de la población sufre de obesidad.
Luego de haber sentido el vertigo de la noticia, de caer arrodillado en el suelo, a punto de romper en llanto, traté de poner mas atención a las noticia: Que habia muerto de un balazo. Que todas las fotos que hay de su cuerpo baleado en la cabeza son falsas. Que su hijo fue arrestado junto a toda su familia en su mansión ultra moderna levantada en un sitio eriazo solo recorrido por pequeñas casuchas que parecieran ser insultadas por la enorme casita de Osama. Que uno de los hijos de Osama es modelo y se parece al vocalista de System of A Down. Que la tenia chica. Que compraba Uranio en Chile. Que Pinochet le presto plata. Que tenia unas joyas empeñadas en la Tica Rica. Que alguien lo vio comerse una hamburguesa en el Mc Donalds. Que tiene un hermano gemelo de apellido Bush. Que es un demonio. Que es un dios.
Estupefacto y acostado en el suelo, retorciendome de este golpe noticioso, me levante y parti a comprar todos los diarios nacionales en el quiosco de la esquina y recién allí me pude percatar que la muerte de Osama era extremadamente nueva, ya que aún no aparecia impresa. Decidí esperar al otro dia y compré todos los diarios. Uno a uno me dedique a hojear cada pagina, cada anuncio pequeño, cada detalle estupido relacionado a la muerte, cada titulo y subtitulo. Cada tips, cada recuerdo. Y luego de largas divagaciones comencé a pensar que quizá todo esto era una especie de entretención mediatica ligada a producir una sensación de seguridad ridicula para la gente que ya casi ha olvidado ese momento tan notable e historico.
Esto de que vuelva a aparecer la cara de Osama en todos lados, que aparezca Obama, premio nobel de la paz, avisando que se habian asesinado al terrorista mas buscado resulta para mí como aquella notable ocasión en que las camaras mostraban la cirugia que le estaban haciendo a un extraterrestre proveniente de Roswell, sitio en donde habia caido su nave espacial luego rescatada por la milicia norteamericana. O sea, dificíl de creer o quizá demasiado ridiculo o fuera de lugar para ser consumido por la población sedienta de golpes noticiosos. Quizá por eso es que en la mayoria de los casos creo que las noticias son una reverenda mierda multicolor matizadas con publicidad aberrante que busca insegurizar a la población para que a través de este mecanismo la masa compre compulsivamente todo lo necesario para sentirse mas segura y completa. Y entre medio la cara del terror en las noticias! Osama Muerto! A modo de imagen subliminal que busca taladrar una vez mas el ego humano. Y luego el superherore que con metralleta en mano impone justicia y asesina a los malos, Mister Obama!. Todo el circulo completo, toda una generación amarillista, leyendo y viendo noticias de mierda, como sus vidas llenas de mas noticias.
Luego de ver toda la información la coloque en una balanza y me percate que no tenia substancia. Nada es preciso, no hay un cuerpo descuartizado que admirar ni unos huesos que roer. Nada de nada. Una noticia fome, sin sangre. Un asco!
Acerqué un paquete de cabritas al sillón de cuero de cocodrilo que tengo en mi departamento y encendí un puro mientras taciturno pensaba en la inmortalidad del cangrejo y cuales serian las ocuras estrategias de estados unidos para cagarme la vida y hacerme sentir mal. Pensé por un instante en toda esa gente obesa de norteramerica y supuse que su grotesca gordura era comprensible en el país de la ansiedad, en donde todos se comen las uñas esperando que CNN le muestre al mundo la gran noticia, el gran mensaje, el escualido y potente sentimiento de vacío intelectual-mediatico que tanto nos hace falta.
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