“ La paranoia presupone un complejo de mecanismos mentales, emocionales y sociales mediante los cuales una persona -o un grupo- se atribuyen toda la justicia y la pureza mientras asignan, al mismo tie mpo, toda la hostilidad y la maldad a sus enemigos. Este proceso se inicia con la división -sancionada por los mitos y los medios de comunicación de ma sas- entre el «buen» Yo (con el que nos identificamos conscientemente) y el «mal» Yo (que reprimimos y proyectamos inconscientemente sobre nuestros enemigos). Mediante esta artimaña escamoteamos de la conciencia aquellos aspectos inaceptables de nuestro Yo que Jung denominaba «sombra» (la envidia, la crueldad, el sadismo, la hostilidad, etcétera) que, a partir de entonces, sólo reconocemos como cualidades de nuestros enemigos. De este modo, la paranoia cumple con la función de reducir la ansiedad y la culpabilidad que sentimos y de transferir a los demás aquellas características que no queremos reconocer en nosotros mismos.”
[Encuentro con la Sombra, Capitulo 30: El creador de enemigos, por Sam Keen]
Si el mundo es un espejo de lo que siento, yo llevo una María del Pilar Pérez López dentro de mí. Si el mundo es un reflejo de la familia Schmidt-Hebbel Niehaus, María del Pilar Pérez López representa la sombra más oscura de esa familia, una parte tan oscura y repugnante que son incapaces de aceptar dentro de ellos mismos porque esto implicaría una desintegración inevitable del núcleo familiar imperante y ya formado. Quizá el tema haya sido plata o quizá haya sido la ambición que flota en cualquier familia de cualquier lugar del mundo.
Si el mundo es un espejo de lo que sentimos, la familia Schmidt-Hebbel Niehaus recibió un duro golpe de si misma. Vio su reflejo en María del Pilar Pérez López y en shock decidió olvidar aquella imagen desligándose de ella y creando una figura criminal poderosa como lo ha sido la de la Quintrala Moderna. Una mujer cruel, inescrupulosa. Creando un arquetipo.
Si el mundo es un espejo de lo que sentimos cada vez que la sociedad enciende la televisión para ver al criminal de turno, proyecta sobre estos personajes toda la sombra de si mismos, que incapaces de integrar en si mismos, lanzan hacia afuera para generar el proceso “Condena-Castigo”. Emerge de la sociedad un acusado, una oveja negra, un traidor y asesino. Se toma al acusado, se le lleva a los tribunales, se le muestra frente a la sociedad “Limpia” y se le castiga con reverencias en una danza ridícula y majestuosamente circense, en donde cada uno de nosotros siente alivio al saber que aquella parte de nosotros mismos ha sido expulsada y condenada. Entonces, El ladrón y el asesino de turno miran hacia la cámara fijamente porque conocen este sistema intuitivamente y llenan de melancolía sus ojos al ver el llamado inquietante de la verdad a medias de una sociedad que se enorgullece de su justicia inquebrantable cuyos cimientos fueron enterrados en la negación de si misma, en el ocultamiento de sus mas diabólicas deidades.
Yo veo viejas gritando que maten a ese hijo de puta. Yo veo viejos pegándole a pendejos en la calle porque han robado. He visto guaguas comidas por perros hambrientos. He visto tribunales fallar en contra de victimas y victimarios. He visto una sociedad paranoica, creyendo que hace justicia por todas partes cuando en realidad lo único que hace es resaltar más su eterna paranoia persecutoria. He visto a miles de personas arrancando de si mismas, cobardes o flojas, acelerando el paso cuando yo vengo detrás, solo y con mi cara de cualquier cosa. He visto gente mentir descaradamente, llamarse santos y curas, llamarse terapeutas y delicados consejeros humanos que descansan sobre el hombro lleno de plata de la ignorancia.
Yo veo una sociedad enferma, paranoica. Y me veo a mi mismo enfermo y paranoico. Huyendo de millones de webadas que a menudo no se que son. Veo toda mi falta de pulcritud y mi sonrisa maquiavélica mezclada con esa expresión de inocente ignorancia, del bueno que se enorgullece de serlo.
Una mierda.
Me canse de compensar un solo lado de mi personalidad y castigar al otro lado. Me canse de jugar el juego de la sociedad hipócrita. Me canse de jugar al laberinto lleno de espejos. Y cuando comienzo a quebrar los espejos mi visión de la realidad comienza a cambiar y siento que me voy acercando cada día más a la realidad de mi mismo y de todos.
Me ha dado por pensar obsesivamente en el centro de mi corazón metafórico, en conocerle y exprimir todos sus secretos lentamente o velozmente según sea el caso. Y he conocido mis más profundas pesadillas y delirios y he reconocido en mi propia locura la locura del mundo. He reconocido en mi propia mente a todos los asesinos y delincuentes del universo.
Cuando veo en la televisión a la Quintrala ya no la apunto con el dedo porque sé que yo llevo una Quintrala dentro de mí. Sé que yo podría ser todos los asesinos y delincuentes del mundo. Soy la noche en todo su potencial. La majestuosa cara oculta de la luna y soy por sobre todo la persona mas completa que podría existir sobre este planeta.
Se me acusará seguramente de muchas cosas y esto producirá que yo mismo me convierta en un arquetipo nuevo. Y este arquetipo será el de la racionalidad extrema mezclada con el sentimentalismo de un viejo romántico que ama aún a la humanidad. Seré también el joven anárquico que también la odia. Y seré la imagen exacta del carnero. Una pequeña criatura en apariencia tierna que esconde detrás de su centrada mirada el suficiente fundamento para destrozar la realidad de un solo soplido. El arquetipo de la lógica y la razón profunda. Y es por eso que inicialmente se me temerá, porque será chocante darse cuenta frente a mi presencia de toda la estupidez humana que embarga a la sociedad.
Denme sus fundamentos uno a uno y me encargara de reducirlos luego del correspondiente proceso lógico y humano a cenizas. Denme un defensa apasionada de la vida y un odio profundo a la delincuencia que roba sus casas, que viola a sus niños y que mata a todos sus seres queridos, y yo les daré una fuerza doble llena de fundamentos claros y concisos que indican que ustedes están paranoicos, que ustedes están huyendo de ustedes mismos, pisándose la cola eterna de todos sus temores.
Denme una razón para tener miedo y yo les regalare tres para no tenerlo. La sombra de la delincuencia es la sociedad inmaculada. Y la sombra de la sociedad inmaculada es la delincuencia.Y en apariencia todo es como un juego de niños. Un juego mental. Un juego de ingenio. Pero nuestra vida se va en este increíble acertijo. Y todo es mas serio de lo que parece, porque la sombra del juego es la seriedad infinita.
Y este viaje intelectual y emocional es solo para valientes amorales. Personas que oyen dentro de si mismas el instinto verdadero y salvaje de su naturaleza.
Si ustedes son mi espejo entonces yo soy el ser humano enfermo aceptando su enfermedad, que ya no quiere ver su horrible imagen así, demacrada y sin vida.
Vamos en picada si seguimos pensando que solo existen buenos y malos... todos somos un poco dementes?... puede ser, pero tb somos medianamente inteligentes como para saber que debemos dejar nuestro lado B oculto debajo de la alfombra si queremos "ser parte de la sociedad"... No se trata de condenar a una mujer enferma por haber cometido tantos crímenes que realmente ya ni vale la pena seguir manoseando... la condenamos por ser tan soberbia al creer que podría quedar impune y simplemente dejarse llevar por la ambición, la ira, la envidia; y pensar que nosotros... los "adaptados" lo dejaríamos pasar.
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